LA CELEBRACION DEL QUINTO CENTENARIO Yo quiero ver a mi pueblo feliz...
WILFRIDO SOTO DE ARCE
LA CELEBRACION DEL QUINTO CENTENARIO
Yo quiero ver a mi pueblo feliz...
Había una vez un empresario llamado Carlos Acosta, hombre recto y
honrado que vivía en una hermosa ciudad conocida como la Villa del Capitán
Correa. El pueblo que le vio nacer estaba situado al final de un valle,
abrazado por el Río Grande, y el mar de Víctor Rojas. En ese entonces, Arecibo
contaba con una población de aproximadamente
100,000 habitantes. El respetado alto ejecutivo, disfrutaba mucho de su
trabajo en la empresa arecibeña, conocida como Los Cidrines. Hombre agradable y
de buen carácter que deseaba lo mejor a su prójimo, y cumplía a cabalidad con
su deber. Vivía rodeado de su familia, dedicando su tiempo libre a su amorosa
esposa Señora Iride Marie Dumantt e hijas y a su Iglesia Evangélica, rutina que
lo hacía muy feliz.
Un buen día cuando el Señor
Acosta, se encontraba trabajando recibió una llamada del Señor alcalde Carlos
Molina, para invitarlo a una reunión relacionada con la celebración de los 500
años de historia de la ciudad de Arecibo. Emocionado ante la idea, asistió a la
misma, donde lo exhortaron a aceptar la presidencia del Comité Organizador, de
todas las actividades de este evento y le dieron un tiempo razonable para
pensarlo. Sabía que era una gran responsabilidad. Entonces, pensó que estas
festividades, serían una gran oportunidad para ver a la gente de su pueblo
sonreir, al reencontrarse en la Plaza Pública y compartir con amigos y
familiares. Añoraba los días de paz y armonía del pasado. “!Qué época tan
alegre era aquella, se decía asimismo!” Esa noche de tan sólo pensar en
ello, no pudo conciliar el sueño, pues sentía un gran alborozo en su espíritu.
Después de mucho cavilar, y siendo esta, una actividad apolítica decidió salir
de la tranquilidad de su vida, para dedicarle un tiempo a su querido pueblo. Por
todo esto y mucho más, acometió esta gran tarea.
Tomada ya la decisión, como arecibeño se sintió
muy orgulloso de poder realizar esta encomienda, pues en esta comarca se iba a
celebrar los 500 años del Asentamiento Español e Indígena, historia que marcó
la vida de nuestros antepasados. Comunicó a su
jefe Don Manuel Cidre, dueño de la compañía, Los Cidrines sobre estos
proyectos. Entonces, con mucho agrado, el empresario, le otorgó una sabática,
que le permitió hacer un paréntesis en su trabajo, para que se dedicara en alma
y corazón a darle un brillo especial, a estas actividades. Todo era sonrisas,
sabía que buscar sueños era un trabajo delicado que requiere mucha paciencia,
pero hacerlos cumplir es aún más difícil. Era un gran reto. Al momento, nadie
conocía como se iban a hacer las cosas, pero él tampoco quería adelantarse a
los acontecimientos por venir.
Llegado el día, se levantó más temprano que de costumbre, se movilizó a
la casa alcaldía para reunirse con un grupo de ciudadanos, que tenían en sus
mentes y corazones el mismo objetivo. Luego, de ciertas discusiones y
resoluciones se organizaron, como una Comisión, conducente a la realización de
eventos y festividades, para la celebración de los 500 años del Asentamiento
Español e Indígena...de Arecibo. Por su significado histórico, estos ciudadanos
serían los encargados de preparar, coordinar, divulgar y ejecutar las
actividades conmemorativas de la fundación, de una de las ciudades más
importantes de la isla, Arecibo. Sin pérdida de tiempo, iniciaron los trabajos
y la programación de actividades desde el 2014, y a continuación se dieron a
conocer los nombres de los miembros de la Comisión, que quedó integrada de la
siguiente manera: el Sr. Carlos Acosta, como Presidente, Sr. José González
Mercado, Vice Presidente, además de las siguientes personas: Sr. Miguel Ramos,
Sr. Angelo Vidot, Sr. Miguel A. Méndez, Srta. Irma Miranda, Sr Rafael Pérez y
el Sr. Angel Ramos, quienes iniciaron la organización y ardua tarea de muy buen
agrado.
A partir de entonces, Arecibo inició una transformación positiva como
pueblo. La ciudad, venía ya preparándose de antemano para esta celebración y
debido a su importancia, esta actividad requería no solamente dinero, sino
también el tiempo y la colaboración de todos. Al cabo de un rato, Carlos
recordó que durante el año 2014, se pintaron unas 60 estructuras o edificios
alrededor de la plaza y calles principales para el remozamiento del casco
urbano. Asimismo, se quería que las personas que llegaran al Centro de la
Ciudad, pudieran disfrutar de los dibujos y la decoración a gran escala,
pintadas en las paredes de ciertos edificios. Estos atractivos murales,
llamaron la atención de todos. Los artistas que dijeron presentes, fueron:
Gerald Martínez, Angélica María Reyes, Heidi Martínez, Luis Serrano Marilin
López Badillo, Zapiely Fernández, Alexander Rosado, Keishla de Jesús, Kathian
Hernández y otros, bajo la supervisión de Eduardo Moreda y la Prof. Cynthia
Velázquez. ¡Enhorabuena!
Entretanto,
Carlos reunía con una puntualidad increíble, su grupo de trabajo para decidir
sobre las actividades, fechas, lugares, y horarios. La parte más difícil aun
estaba por venir y era conseguir recursos para llevar a cabo los eventos de la
manera más lúcida. El comité, sabía
perfectamente que el municipio no contaba con dichos recursos. Pero, Carlos
como hombre creyente, tenía una fe absoluta de que estas festividades llegarían
a un final feliz. Milagrosamente, las cosas comenzaron a fluir. De pronto,
aparecieron donantes de las empresas privadas, que con mucho agrado querían
contribuir, y cuando menos lo esperaba, surgía un auspiciador que se haría
cargo de pagar tal o cualquier gasto, incluyendo detalles de mayor o menor
magnitud. Y ya para principio del mes de marzo del 2015, se dio a conocer en un
periódico local, el programa de las fiestas.
Hubo empresarios, que al no
recibir una llamada de la Comisión, hacían el contacto ellos mismos y se
ofrecían de manera incondicional. Así ocurrió, con el evento de los fuegos artificiales, que
carecían de un auspiciador. Tal era el entusiasmo, que pasadas 24 horas, ante
una plaza repleta de público, el señor Acosta tuvo a bien anunciar que ya por
fin, tenían un patrocinador para los fuegos artificiales. Sus plegarias, habían
sido escuchadas y su fe puesta a prueba. De pronto apareció una empresa (Banco
Popular), que de buen agrado se ofreció a cubrir todos los gastos de estos
fuegos, evento que culminaría la semana de actividades. Así era la visión de
Carlos, que en tan sólo diez días (5 al 15 de marzo del 2015) logró presentar
más de 75 eventos culturales, artísticos, deportivos y culturales y por ello, se
sintió muy feliz.
A los pocos días y por tal motivo, mi esposa Julie y yo nos mudamos para
el Hotel Arecibo Inn. Estuvimos, desde el día 11 al 15 de Marzo, disfrutando de
la alegría contagiosa del pueblo y asistimos a varias actividades, entre ellas:
los Coros que cantaron en la Catedral de Arecibo, la exhibición de pinturas del
Museo René Marqués, el Museo de los trajes de las Reinas de nuestras Fiestas
Patronales, las Carreras de Caballo de
Paso Fino, las Presentaciones exitosas de los cantantes Melina León, Elvis
Crespo y otros artistas. No daba crédito a mis ojos, llenos de asombro al ver
un pueblo que reía y cantaba. Un pueblo que se volcó a las calles respaldando
con su presencia, las multiples actividades artísticas y culturales, ya fuera
en la plaza pública Luis Muñoz Rivera, en el teatro Oliver, La Catedral, El
Fuerte, y en todo sitio que se celebraba una actividad, no cabía un alma más.
De la misma manera Carlos, se sentía eufórico, con los resultados y el
apoyo general que recibió de parte de sus compueblanos. El programa se fue
ejecutando con fidelidad, pese a todos los inconvenientes, las fiestas de los
500 Años lograron atraer numeroso público al casco urbano de la Villa del
Capitán Correa. Los comerciantes, al ver la multitud, que hacía mucho tiempo se
había dejado de ver, se sintieron muy contentos de los resultados e hicieron su
agosto. Los eventos, culminaron con una lluvia de fuegos artificiales, dejando
un sabor dulce en el ambiente y un pensamiento general en las mentes de todos:
Parecía que estábamos en el Arecibo del ayer. ¡Excelente, y que se repita
pronto!
Carlos,
que presidió todos los eventos, estaba satisfecho con todo lo que había visto y
no cesaba de sonreir. ¡Enhorabuena!
E
P I L
O G O
Lo mejor que nos brindó las celebraciones de estas fiestas del Quinto
Centenario fue la oportunidad de recordar nuestras raíces históricas, y el
esfuerzo creativo de generaciones pasadas. Las raíces, nos identifican con
nuestro glorioso pasado reforzando así...nuestra identidad de pueblo que con
mucho orgullo nos identificamos : “Arecibeños como el Cetí.”
Así
es. Pero no hay nada más importante que nuestra responsabilidad histórica de
legarle un mejor futuro a las generaciones venideras. Este es el reto que todos
tenemos que considerar.